Casting para Jane Volturi

Describir el, porque quiero a la maldita de Jane no me es tan difícil o a primera vista creo que no lo es. La quiero porque tras de toda la maldad con que es capaz de vivir y planificar a detalle las metas que tiene en conjunto con su familia, sabe ocultar perfectamente todo el dolor que le causo la humanidad cuando ella aún era pequeña, el desprecio de todos aquellos con los que vivía, el miedo que les producía y a los extremos que llegaron para combatir contra ella. Más que querer a este personaje, lo amo, porque es la persona más insensible del mundo, pero muy dentro de ella se ocultan todo lo que la llevo a ser de esa forma. Me puedo meter dentro de este personaje, porque muchas veces uno necesita la máscara de insensibilidad para que nadie pueda dañarte.

Casting…
Su mirada se poso por entre las suaves cortinas del ventanal, de repente su mente se traslado a un pasado demasiado lejano, en donde estaban ocultas parte de sus respuestas a acontecimientos recientes… Todo comenzó aquella tarde, Jane había perdido el control total en la plaza, todo para defender a Alec, o por lo menos eso pensaron las personas al primer momento de ver el alboroto que se armaba entre los adolescentes.
Algunos de los chicos con quienes era obligado a juntarse Alec en la escuela lo estaban fastidiando, con su temperamento tranquilo no les quería hacer nada, solo suplicaba que le regresaran sus cosas. Nunca nadie había visto a Alec enojado, todos pensaban que el problema tan solo era la niña de la mirada asesina, les aterraba que ella les mirase y es por eso que siempre estaba aislada, además de que no dejaban que pasase mucho tiempo al lado de su hermano. Jane estaba realizando un encargo de su madre y vio a su hermano, el cual regresaba del colegio, no lo soporto, jamás soportaba que lo tratasen de esa forma, que se aprovecharan de que era “el normal” de los dos.

Camino hacia ellos con las compras entre sus brazos, cuando estando a escasos metros de ellos todos empezaron a gritar y soltaron las cosas de Alec, gritaban con desesperación aterrados, muertos de miedo, claramente Jane vio como algunos de los niños literalmente se hacían del baño sobre sus pantalones. Miro a su hermano con fascinación ya que su mirada era directa a los otros chicos, imperturbable, calmada y disfrutando de aquel espectáculo, el corazón de Jane revoloteo, sintiendo una fricción inexplicable. Amó a ese Alec, al chico nada tímido y arriesgado que estaba viendo en ese momento, al que tomaba el control sobre los demás y que la empezaba a hacerla sentirse inferior y sin control de sus movimientos, no es que no quisiese a su hermano, siempre tenía ese sentimiento de protegerlo, pero ahora podía sentir como él era el fuerte.

Rompió el trance negando con la cabeza y a causa de que la gente se arremolinaba hacía ellos corrió hacía Alec dejando el encargo de su madre en una banca de la plaza, le tomo de las mejillas y lo obligo a que la viera a ella, solamente a ella. – Mírame Alec, déjalos en paz, regresa – Demando observando los pequeños parpadeos de los ojos de su hermano, lo hizo a un lado repagándolo en la pared para que tuviese la oportunidad de reaccionar por sí mismo y sobre todo el no ser notado, al tiempo ella se acomodaba para mirar de frente a los chicos. Cuando el contacto visual de Alec se rompió ellos volvieron a sentir y claro que lo que empezaron a ver les agradaba menos, la mirada de la chica era profunda y llena de odio, pero eso no los detenía para correr, así que corrieron hacia sus casas. Una mano con demasiada fuerza tomo el brazo de Jane a lo que ella exhalo con enojo y poso su mirada en el tipo que intentaba sostenerla.
- NO ME TOQUES - Grito Jane sin darse cuenta que Alec volvía a reaccionar, a él menos le gustaba que tocasen a su hermana, igual y nunca la había ayudado tanto como ella requería pero hoy sentía que tenía el poder de hacerlo. Algo en su actitud había cambiado y enfrento al hombre que lastimaba a su hermana.

Jane le suplico con la mirada que no hiciera nada, ella ya sabía lo que le esperaba, su destino era morir no el de Alec, él no podría pasar todo lo que habían planeado para ella. El hombre la soltó de inmediato soltando un grito aterrador por no poder ver nada.
Una vez libre, tomo la mano de Alec y lo obligo a correr, tenían que escapar, todos dirían que él también estaba maldito, sintió como si su corazón empezara a quemar, y era porque las puertas de la plaza se empezaban a cerrar, les estaban impidiendo el paso. – Demonios…, jamás debiste haber hecho eso- Soltó con algo de desesperación y miedo, no por ella, sino porque Alec sufriría el mismo castigo. Se habían detenido, y ella buscaba otra salida, un plan B, algo para librarse de todo esto.

- Vamos a estar juntos, eso es lo que cuenta, no te preocupes -
Las palabras de Alec la tomaron desprevenida, su corazón era un mar de emociones que nunca antes había sentido, miro los ojos de su hermano y luego todo se desvaneció ante ellos.
Lo que la despertó fue el aroma de la madera, abrió con lentitud los ojos y fue en ese instante que todo su cuerpo se inundo de odio, ante ella estaba Alec atado igual que ella, aún seguía inconsciente, eso era lo único que ella agradecía, empezaba a gritarles que soltaran a su hermano, que los dejaran en paz. Vio más hacía abajo y su madre envuelta en llanto mirando hacía Alec, era de esperarse, nunca pensó en verdad que a ella le apreciaran y sinceramente le daba igual. Su padre era quien estaba apilando los leños para quemarlos a ambos. – Libéralo, sabes que él no te causara problemas, suéltalo Intento con todas sus fuerzas desatarse, se movía inquieta, gritaba desesperada que soltaran a Alec, pero todos le ignoraban, se desesperaron y la intentaron amordazar, lo lograron después de casi una hora.

Miró de nuevo al frente y se topo con la mirada preocupada de su hermano, ya estaba viviendo lo mismo que ella, lo que nunca hubiera deseado para él. De nueva cuenta se esforzó para desatarse e ir a liberarlo, fue mayor su desesperación cuando vio que empezaban a encender la hoguera donde Alec se encontraba. El *Vamos a estar juntos* regreso a su mente y sentía como el calor empezaba a consumir a su hermano y a ella misma aunque apenas se estaban encargando de ella.

Seguía luchando y le imploraba a Alec con su mirada que hiciera lo mismo, pero el chico estaba había cambiado su actitud, estaba demasiado confiado, miraba a una de las partes altas de la plaza y asentía ligeramente con la cabeza. Jane temía que ya empezara a alucinar y fue en ese momento que ella empezaba a sentir el fuego y el calor abrumador empezar a subir por su cuerpo.
Alec se desvaneció ante la asfixia y muchas sombras aparecieron de la nada para retirarlo del lugar, Jane empezaba a perder el conocimiento pero estaba tranquila ahora que veía que rescataban a su hermano, podía morir en paz y se dejo abrazar por el calor y humo de la hoguera.
Apenas empezaba el infierno, sintió una profunda mordida en su cuello y el veneno la empezó a consumir, se rehusaba a gritar, no les daría el gusto de que la escucharan sufrir. Mordió con fuerza sus labios para resistir la tortura interna que estaba pasando, el fuego la recorría por dentro, se retorcía, pero no iba a gritar, nada en el mundo haría que soltase alguna queja. Lentamente sintió como el fuego que iniciaba desde su cuello se traspasaba a cada parte de su cuerpo y cuando se encontró peligrosamente cerca de su corazón… todo termino.
Abrió los ojos sobresaltada un poco, la garganta aún le seguía quemando pero extrañamente se sentía llena de energía. Escucho una voz.
- Bienvenida, mi niña. Que bueno que despertaste, tú hermano no tarda en hacer lo mismo, después de eso podrán comer y tener su venganza al mismo tiempo-
Miró hacia la sombra que le hablaba y sonrío por las tan agradables palabras, venganza, fue su favorita.