Casting Athenodora Volturi

Nombre de Personaje: Athenodora Volturi
Casting:

El día estaba siendo bastante tranquilo, la situación parecía estar calmada, pero como era habitual los señores estaban reunidos en la sala de los tronos, junto a los miembros de la guardia. Nada se solía salir de lo habitual, reuniones, planes, estrategias, discusiones… todos los días igual. Desde hacia muchos años se repetía la misma rutina, con excepciones, los que pasaba algo extraordinario. Me encontraba en mis aposentos, una habitación amplía y espaciosa, podría quedarme en ella durante horas, esperando o por el contrario salir de ella a otros lugares, la biblioteca, el jardín trasero, cualquier sitio era mejor que estar encerrada todo el día.
La biblioteca era uno de mis lugares preferidos, estaba sentada en uno de los butacones, inmersa en la lectura de uno de los libros que había en las estanterías. Línea tras línea iba pasando las páginas, hasta que termine de leerlo, al terminar me levante y deje el libro en su sitio, me encamine hacia la zona alta, mis paso resonaban en los pasillos de piedra, no parecía a ver nadie por la zona, algo que agradecía ya que, lo que se me había ocurrido no era algo que se me permitiese, no sin permiso previo.

Llegue a la zona donde estaba Gianna, una humana que aspiraba a ser como nosotros, pobre ilusa. Tome un abrigo largo de color negro, era practico ya que disponía de una capucha, siempre era conveniente taparse si se decidía salir a la luz del día, camine con paso elegante y sobrio por los pasillos, por el camine me topé con un grupo de turistas o de comida, según se mire. Me quede parada para dejar que pasase, estaba segura que aquel grupo sería un gran aperitivo, había niños y jóvenes, su sangre es algo mas fresca y el miedo que reflejan sus miradas eran un conjunto de cosas que hacían todo aquello más apetitoso, pero no quería satisfacer mi apetito de aquel modo. Deseaba salir a cazar y así iba hacerlo.

Llegue a la entrada principal, tras de mi iba Gianna, le había pedido que me acompañase hasta la entrada, a pesar de creerse especial, no hacía mal su trabajo como secretaría. Le ordene que saliese a ver si había muchos turistas por la plaza y que posteriormente vigilase que nadie de dentro preguntase por mí. Como recompensa a su trabajo le ofrecí la oportunidad de ir de compras a las mejores tiendas de Italia, a cualquier mujer aceptaría tal oferta sin poner condición alguna.
Al salir a la calle me dirigí hacia la zona sur de la plaza, alejándome de la puerta principal, mi paso era el de un humano con prisa, ya que si alcanzase la velocidad de un vampiro, llamaría demasiado la atención. Llevaba unas gafas de sol, evitaban que se me viese el color rojo de los ojos, no creía conveniente que la gente pudiese fijarse en mi demasiado. Entendía que se girasen al verme pasar, no todos los días se ve caminar por sus calles a alguien de la realeza (aunque ignorasen realmente que lo era). No pude evitar sonreír al escuchar los comentarios que hacían cuando creían que ya no les escuchaba.

Mis pasos me llevaron hasta una de mis zonas favoritas de caza, las afueras de Volterra, próximo a los lindes del bosque. Era consciente que si llamaba demasiado la atención podría acabar muerta. A pesar de salir sin permiso de Caius, era bastante precavida a la hora de actuar. Me camufle entre la gente que caminaba por las calles, inspeccionando si había alguien del cual alimentarse, no tarde en visualizar a mi victima. Era una joven rubio y de ojos azules, hablaba en ingles, por lo que evitaría que llamase la atención su ausencia, los extrajeron eran presa fácil, nadie se preocupaba lo suficiente de ellos como para acabar descubriendo la verdad. Fui en dirección hacia el chico y con gran habilidad acabe entablando una amable y cordial conversación, saber idiomas siempre me había sido útil, ya que no disponía de ningún don. Espere el tiempo suficiente para que confiase, hice que se separase de su grupo con gran facilidad, lo alejé lo suficiente para que nos perdiesen de vista. No tarde demasiado en abalanzarme sobre su cuello e hincar los colmillos en el, la sangre empezó a emanar de los orificios hacia mi gaznate. Le tapé la boca para que dejase de gritar, no soportaba cuando se volvían un problema, no creía que costase tanto dejarse matar sin tanto escándalo.

Antes de desangrarle, me separe de él, me quede mirándole fijamente y esboce una macabra sonrisa, precedente de lo que iba a suceder. Fingí aproximarme a sus labios para besarle, en el segundo preciso y con la fuerza suficiente metí mi mano en su pecho, justo en la zona donde estaba el corazón. Ver la muerte alcanzar a un humano era realmente excitante. – Siento si te rompí el corazón…- tras aquella irónica y retorcida frase le extraje de un tirón el corazón, haciéndoselo ver antes de caer desplomado al suelo. Ya no me servía aquel órgano inanimado, lo tire al lado del cadáver y antes de encaminarme hacia el castillo, relamí la sangre que había quedado en mi mano. No me dio tiempo a limpiarme la sangre que había quedado en mis manos, por lo que me puse los guantes que llevaba.

Regresé al castillo por la zona boscosa, permitiéndome de ese modo ir a la velocidad sobrenatural a la que podíamos ir, llegar lo antes posible era mi prioridad en ese instante. Llegué a la entrada y no encontré a Gianna esperándome, algo iba mal, esperaba que fuese respecto a la reunión, de lo contrario acabaría mal. Camine por los pasillos en dirección a mis aposentos, necesitaba cambiarme de ropa y lavarme un poco antes de encontrarme con alguien. Entre a toda prisa en la estancia y dejé en el diván en abrigo, me quite los guantes de camino a mi tocador, los dejé sobre la mesa y me quite también las gafas.

Estaba tan inmersa en quitarme todo aquello que delatase mi salida y caza, que no me percate que no estaba sola en la habitación. – Veo que decidiste divertirte sola…- aquella voz me sobresalto, no me di cuenta que Caius estaba dentro, esperando sentado en la cama y con una expresión no muy amable. Me quede en silencio, que podía decir ante algo tan evidente, no había excusa creíble que alegrara y justificara las manchas de sangre, no había estado en la sala de los tronos alimentándome de los turistas. Me dispuse a responder, pero Caius ya estaba sobre mí, con una de sus manos en mi cuello, fulminándome con la maridada. – Que puedo decirte ante la evidencia…- comente mientra intentaba zafarme de su mano y le enseñaba la sangre de una de las mías.

Pasaron unos interminables minutos antes de soltarme, cuando ya pude respirar le explique lo poco que había que contar, me limite a explicarle como había salido y con ayuda de quién, un daño colateral nunca venía mal. Tras la explicación pude percibir como Caius se calmaba un poco, me conocía desde hacia muchos años y de algún modo u otro siempre sabía que acabaría escapando a cazar alguna vez al mes. Especialmente aquellas veces que no me daba permiso.

¿Por qué deseas este personaje?
Es un personaje el cual en la saga no se especifica demasiado como es su carácter por lo general, no habla demasiado de ella, por lo que permite adaptarlo a la idea que pueda tener el usuario al respecto. Me gusta el hecho de ser parte de la realeza, disponer de privilegios pero a su vez, que la vida de Athenodora dependa de que tan sumisa sea ante los señores, especialmente ante su esposo.

Casting Aprobado.

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